martes, 26 de julio de 2016

Panamá

Cuando estábamos en Puerto Viejo, Costa Rica, reservamos un shuttle directo a Bocas del Toro, Panamá, que incluía autobús hasta la frontera, guía para facilitar el trámite en la aduana, autobús hasta Almirante y barco hasta Bocas del Toro. Esta vez nos preparamos bien para no tener problemas al cruzar de un país a otro. Rodolfo nos hizo el favor de imprimirnos el billete de avión de salida de Panamá que previamente habíamos reservado estimando los días que querríamos pasar en el país. Nos habían dicho que era posible que en la frontera nos hicieran enseñar 500$ en efectivo por persona o un extracto de cuenta donde se reflejara claramente que podías subsistir en el país por tus propios medios. Sea como fuere no nos pidieron demostrar nada de nuestra economía, pero el billete de avión impreso fue imprescindible. Una familia argentina, que viajaba con nosotros en el mismo autobús, había dejado su billete de vuelta en su hotel de Costa Rica porque no conocían esta exigencia y no les aceptaron la captura de pantalla del móvil. Finalmente consiguieron imprimirlo y les dejaron cruzar con nosotros, pero hubo un momento en que pensábamos que no pasarían. El camino entre la frontera y Almirante fue algo más apretado porque la furgoneta era más pequeña y casi no me cabían las rodillas entre los asientos.

So viel vorweg, den kleinen Tiger habe ich getroffen, aber der kleine Bär war nicht aufzufinden, nur sein chinesischer Cousin. Doch der Reihe nach.
Dieses Mal hatten wir unsere Einreise bestens vorbereitet. Wir hatten das Flugticket nach Kolumbien gekauft und ausgedruckt dabei. Wir hatten sogar einen Kontoauszug ausgedruckt, weil uns gesagt wurde, dass man bei der Einreise nach Panama entweder 500$ in bar oder auf dem Konto nachweisen müsse. Vielleicht lag es daran, dass wir über den Landweg einreisten oder dass diese Regel nur für Einreisende aus dem Nachbarland Costa Rica gilt, aber Geld mussten wir nicht vorzeigen. Das ausgedruckte Ticket war allerdings sehr wichtig. Einer argentinischen Familie wurde zunächst die Einreise verweigert, weil sie ihr Flugticket nicht vorliegen hatten. Der gesamte Einreiseprozess war insgesamt recht kurios, da wir von einem Büro ins nächste geschickt wurden, mal die Ausreise nach Costa Rica, mal die Einreise nach Panama zahlen mussten. Und das alles ohne besonderen Grenzschutz. Zwischendurch wusste ich nicht, ob ich nun schon in Panama waren oder immer noch in Costa Rica. Doch schlussendlich durften auch die Argentinier ihr Ticket ausdrucken und wir wurden alle sicher, aber leicht beengt, nach Almirante gebracht.


La furgoneta nos dejó en el puerto de Almirante donde subimos a una lancha que nos llevó hasta la isla principal de Bocas del Toro, llamada Isla Colón. Nuestro hostal se encontraba en otra isla un poco menos turística que se llamaba Isla Carenero. Como uno se imagina por lo que lee, oye o ve, las cosas en el caribe funcionan a un ritmo diferente y pudimos comprobarlo con nuestros propios ojos. La mujer que nos atendió en la recepción nos acompañó hasta la habitación con un llavero que contenía todas las llaves del hostal y fue probando una por una en nuestra cerradura hasta dar con la correcta. Se tomó su tiempo con cada llave que probó hasta dar finalmente con las dos que hacían falta para abrir la habitación. Como las llaves estaban bastante oxidadas nos pidió permiso para llevárselas y sacar copias nuevas. Así lo hizo. Tomó una lancha taxi hasta la isla principal y volvió en otra una media hora después. Delante nuestra probó las nuevas llaves y confirmó lo que ella ya sabía de antemano: ninguna copia nueva funcionaba en la cerradura. Simplemente nos dijo: «Así funcionan las cosas aquí». Así que finalmente nos quedamos con las llaves oxidadas.
Dio la casualidad de que la familia argentina también se hospedaba en el mismo hostal, ellos en las casitas amarillas y nosotros en el edificio amarillo claro tras el faro.

Von dort aus ging es mit einem Boot direkt weiter nach Bocas del Toro, einer Inselgruppe im karibischen Meer. Wir blieben allerdings nicht auf der Hauptinsel, sondern fuhren weiter zu der Isla Carinero, die touristisch noch nicht ganz so erschlossen ist. Wie der Zufall es so wollte, stellten sich die Argentinier als unsere neuen Nachbarn heraus, allerdings wohnten sie in einem der gelben Bungalows und David und ich in dem Hotel hinter dem Leuchtturm. Eine kleine Anekdote zum unserem Zimmerschlüssel: Scheinbar hatte jemand alle Schlüssel des Hotels an einen gemeinsamen Schlüsselbund gehangen, sodass wir ungefähr 15 ausprobieren mussten, um unseren zu finden. Dann stellte sich heraus, dass dieser ziemlich verrostet war. Die Dame des Hotels nahm also ein Wassertaxi, fuhr zur Hauptinsel, um den Schlüssel nachzumachen, kam wieder und stellte fest, dass der nachgemachte Schlüssel nicht funktionierte. Ihr trockener Kommentar: „So läuft das hier immer."





Para terminar la tarde, tras el largo viaje, nos sentamos en el muelle donde pudimos disfrutar de la vista y la puesta de sol.

Um den Abend in Ruhe ausklingen zu lassen, machten wir es uns am Steg gemütlich und genossen zunächst die Aussicht und dann den Sonnenuntergang.








Al día siguiente hicimos un tour por las islas de alrededor. Nos llevaron a ver delfines, estrellas de mar y corales. También estuvimos en una isla de arena blanca y agua turquesa donde nos explicaron que allí se han rodado varias versiones del programa «Supervientes», incluidas algunas de las versiones de España.

Am nächsten Tag machten wir dann einen Ausflug mit dem Boot, beobachteten Delfine und Seesterne, sind geschnorchelt und konnten endlich im türkisen Meer mit weißem Strand baden. Die Insel, zu der wir mit dem Boot fuhren, ist übrigens Drehort für die spanische Version vom Dschungelcamp, nur dass es eben auf einer einsamen Insel stattfindet. Obwohl, ich glaub, dass es das Format auch mal in Deutschland gegeben hat, oder?













Al día siguiente fuimos desde Bocas del Toro a Ciudad de Panamá en un viaje de autobús de «tan sólo» 11 horas. Las primeras 4 horas las pasamos en un microbús que tenía siete millones de paradas entre la ciudad de Almirante y la ciudad de David y en el que íbamos muy apretados. El resto de las horas fueron en un autobús algo más cómodo.
A pesar del duro viaje, a la mañana siguiente nos levantamos temprano para visitar el Canal de Panamá. Nos habían contado que los barcos cruzaban por la mañana temprano en un sentido y luego por la tarde en el otro, así que decidimos ir a verlos por la mañana. Pero cuando llegamos allí no había ningún barco.

Von Bocas del Toro ging es dann weiter nach Panama-Stadt. Eine elfstündige Bustour, von denen wir vier eingequetscht in einem Mini-Van vebrachten. Gleichzeitig wollte der Fahrer seinen Gästen eine Freude machen und beschallte sie mit fröhlichem lateinamerikanischen Schnulzenrock. Ich wiederhole, vier Stunden lang! Schließlich kamen wir abends recht erschöpft in der Hauptstadt an. Trotzdem ging es am nächsten Morgen früh raus, um den Panamakanal zu besichtigen. Denn um die riesigen Schiffe vorbeifahren zu sehen, muss man entweder morgens oder nachmittags zu den Schleusen fahren. Wir wunderten uns ein bisschen, dass gar keine Schiffe ankamen und dass wir nur auf einem Monitor die riesigen Lastschiffe des neuen Kanals beobachten konnten. Aber ein Schiff hatte technische Probleme und hielt weit vor der Einfahrt den gesamten Fährverkehr auf.




Nos dijeron que debido a un problema con un barco que obstaculizaba el paso aguas arriba no habría tránsito hasta las 15:00, así que nos fuimos para después volver por la tarde. A la vuelta ya pudimos ver cruzar un barco desde el Atlántico al Pacífico. Nos dijeron que transportaba vehículos.

Wir fuhren also wieder zurück ins Zentrum, um nicht den ganzen Tag vor den leeren Schleusen warten zu müssen. Allerdings wurde uns gesagt, dass wir nachmittags wieder kommen sollten. Das taten wir und tatsächlich, nachdem wir erneut zwei Stunden gewartet hatten, war es dann endlich soweit.









El nuevo canal ya estaba en funcionamiento cuando nosotros estuvimos allí, pero debido a su reciente inauguración aún no era posible visitarlo y sólo se podía ver a través de unas pantallas que emitían en directo lo que sucedía en la parte nueva. Cuando ya nos íbamos llegaba otro barco para cruzar, esta vez cargado de contenedores.

Mein Highlight während dieses Spektakels war eine Gruppe von Deutschen, die direkt hinter uns stand und von der eine Frau folgende westfälische Weisheit von sich gab: „Also, die Schleuse in Münster funktioniert auch!" Da gebe ich ihr Recht, nur sind die Größenverhältnisse vielleicht doch etwas andere.


Debido al retraso de los barcos, el centro de visitas del canal cerró un poco más tarde de lo previsto con lo que el último autobús que llevaba a la ciudad ya había pasado. Nos quedamos tirados junto con otros tantos turistas que empezaron a agruparse para compartir taxi. Nosotros nos entretuvimos hablando con el guardia de seguridad de allí, que era muy simpático, con lo que nos unimos al último grupo para el taxi. Lo gracioso fue que Lea y yo nos subimos al taxi junto con otros cuatro adultos y un niño. En total éramos siete adultos (contando al conductor) y un niño en un Kia Picanto. Quien no sepa qué coche es éste que haga una búsqueda rápida en google y se imagine la situación :-D
Al día siguiente fuimos a visitar la ciudad. Nos sorprendió gratamente. Muy representativo el Puente de Las Américas y bastante impresionate la vista de los edificios, que no esperábamos así.

Da durch das technische Problem des Schiffes die Besucher des Kanals länger bleiben durften, um zumindest diese eine Überquerung zu sehen, dies der örtlichen Busgesellschaft aber nicht mitgeteilt wurde, warteten David und ich vergeblich auf einen Bus, der uns zurück ins Zentrum brachte. So erging es auch einigen anderen Besuchern und da kaum Taxis fuhren, schlossen wir uns einer Gruppe Kolumbianer an, die Glück hatten und eines anhalten konnten. Wir stiegen mit insgesamt sechs Passagieren (5 Erwachsene und ein Kind) in das Taxi, ein Kia Picanto, inklusive Fahrer waren wir also zu siebt. Gut, dass man sich in den Taxis in Panama eh nicht anschnallt. Mit fünf Leuten auf der Rückbank wäre das auch nicht möglich gewesen. Aber wie würde meine Omi jetzt sagen? Platz ist in der kleinsten Hütte.
Am Tag darauf besichtigten wir das Zentrum von Panama-Stadt. Wir begannen etwas weiter außerhalb, auf einem Damm, der eine fantastische Aussicht auf die Skyline sowie die Puente de las Américas (Brücke) versprach. Und ich weiß nicht, was ich erwartet hatte, aber das nicht. So schön hatte ich mir den Blick nicht vorgestellt.






Nos cruzamos con un heladero que preparaba los helados rascando directamente un bloque de hielo al que después añadía los sabores.

Es gab sogar einen Eisverkäufer auf dem Damm, der das Eis aus einem riesigen Eiswürfel schnitt.


Más tarde fuimos al casco antiguo entrando por el Mercado del Marisco, que atraía a bastantes pájaros.

Dann ging es weiter in die Altstadt über den Mercado de marisco (Meeresfrüchtemarkt), der auch den ein oder anderen Vogel angelockte.







La última foto es del altar de la iglesia de San José, que según leímos se salvó del saqueo del pirata Henry Morgan gracias a que un fraile lo pintó de negro y convenció al pirata de que el altar no tenía ningún valor.
Las dos fotos siguientes tal vez no tengan mucho sentido sin una explicación. Lo explico. En Alemania hay un libro muy famoso para niños que se titula «¡Qué bonito es Panamá!» (a lo mejor también es famoso en España, pero yo no lo conozco) y en él aparen un tigre y un oso. El oso solo lo hemos encontrado en su versión china. Y el libro tenía razón: ¡Qué bonito es Panamá!

Der Altar, den man auf dem letzten Bild sieht, erlangte laut Lonely Planet übrigens Berühmtheit, als Henry Morgan mit seinen Piraten Panama überfiel. Ein Mönch erfuhr von den Schreckenstaten und ließ schnell den goldenen Altar schwarz anmalen. Als Henry Morgan schließlich die Kirche stürmte, erzählte ihm der Mönch, dass der Altar bereits von einem anderen Piraten gestohlen worden sei und dieser nur ein Duplikat sei. Morgan glaubte dies und ließ den Altar stehen.

Wir haben auf unserer Reise leider nur einen kleinen Einblick in dieses wunderbare Land gewinnen können, aber das reicht, um Janosch vollkommen Recht zu geben. Oh wie schön ist Panama!




5 comentarios:

  1. Que bonito!!!estoy maravillada de los pueblos y ciudades que estáis visitando, un viaje de ensueño para dos personas maravillosas nos acordamos mucho de vosotros, tenemos mucha ganas de veros aunque esa por skype. Muchos besos.

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  2. Que bonito!!!estoy maravillada de los pueblos y ciudades que estáis visitando, un viaje de ensueño para dos personas maravillosas nos acordamos mucho de vosotros, tenemos mucha ganas de veros aunque esa por skype. Muchos besos.

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  3. Ana Soriano Cuerva1 de agosto de 2016, 16:04

    La palabra alucinante de queda corta!!!Me encanta todo: la narración, las explicaciones, las fotos... y sobre todo vosotros!. Muchos besos

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  4. En 2 palabras: im presionante, jeje. Q guay todos los sitios, las fotos y vosotros estáis guapísimos. A seguir disfrutando.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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