miércoles, 28 de septiembre de 2016

Argentina

Como ya escribimos en la parte final de nuestro paso por Chile, nuestro primer destino en Argentina sería la ciudad de Ushuaia. Conseguimos encontrar una manera asequible de llegar hasta allí desde Punta Arenas (Chile), pero antes tendríamos que cambiar de autobús en la ciudad de Río Grande (Argentina). El viaje fue interesante, y casualmente no por el paisaje, que en su mayoría eran llanuras frías y casi sin vida, sino porque nos dio la oportunidad de cruzar en barco el Estrecho de Magallanes, cosa que me hacía bastante ilusión.

Um nach Argentinien zu gelangen, konnten wir endlich einmal aus der Monotonie des Busfahrens und des Fliegens ausbrechen und nahmen ein Schiff. Na gut, die Überfahrt dauerte nur eine halbe Stunde und den Rest der Zeit verbrachten wir dann doch im Bus, aber es war wunderschön, die einsame, teils schneebedeckte Landschaft zu betrachten und auf sich wirken zu lassen.


 Al fin llegamos a Ushuaia. Ya estábamos en la Tierra del Fin del Mundo, conocida así por ser la ciudad más al sur del planeta. Aún así, no está tan al sur como uno se podría imaginar. Por ejemplo ciudades como Copenhague en Dinamarca o Edimburgo en Escocia tienen latitudes mayores hacia el norte que Ushuaia hacia el sur. De todas formas, desde donde nosotros estábamos ya lo siguiente habría sido saltar a la Antártida, pero ese viaje sobrepasaba nuestra economía.

Schließlich waren wir in Ushuaia, am Ende der Welt, angekommen. Nach der ein oder anderen Unstimmigkeit mit Daheimgebliebenen bezüglich der Frage, wie die Welt denn ein Ende haben könne, da sie doch rund ist und ob die Namensgebung mit einer Feierlocation auf Ibiza zu tun habe, konnten wir schlußendlich doch den südlichsten Teil Argentiniens genießen.


Nos costó un poco encontrar nuestro Airbnb porque la calle exacta ni siquiera aparecía en Google Maps y aunque teníamos apuntada otra calle más conocida, el taxista tampoco daba con el número así que nos dejó donde le pareció. Entramos a preguntar por la dirección en una tienda y tampoco conocían la calle, pero tuvimos la suerte de que el hermano de la dueña de la tienda se ofreció a llamar por teléfono a nuestra anfitriona (cosa que por cierto no se nos había ocurrido a nosotros) y además a llevarnos en su coche hasta la puerta. Y así lo hizo, la llamó, localizó el sitio y nos dejó en la puerta de la casa con nuestras mochilas donde ya nos esperaba Mercedes, nuestra anfitriona.
Solo teníamos un día en Ushuaia así que nos levantamos temprano y comenzamos subiendo al glaciar del Martial desde donde tuvimos buenas vistas de la ciudad.
Mientras continuamente me llegaban mensajes de whatsapp hablando del calor que estaba haciendo en Sevilla este verano, nosotros metíamos los pies en nieve a dos pasos de la ciudad. Tuvimos que subir caminando por una pista de esquí y como estaba llegando la primavera la mayor parte era hielo resbaladizo. Conseguimos no caernos ni una vez aunque hubo algún que otro resbalón y las fortísimas ráfagas de viento no nos lo ponían fácil tampoco.

Als wir abends ankamen, stellten wir recht schnell fest, dass wir, um zu unserer Unterkunft zu gelangen, am besten ein Taxi nahmen. Doch die Adresse, die unsere Gastgeberin auf der Airbnb-Seite angegeben hatte, kannte der Taxifahrer nicht. Das lag daran, dass in Ushuaia nicht unbedingt die Straßennamen, sondern die Namen der Gebäude bekannt sind, Gebäudenamen für Airbnb in der Adressbeschreibung aber nicht zulässig sind. Nachdem der Taxifahrer uns schließlich irgendwo in der Nähe herausgelassen hatte und uns auch in einem Kiosk niemand weiterhelfen konnte, rief der Bruder der Kisokbesitzerin schließlich bei unserem Host an, erfuhr die genaue Adresse und brachte uns netterweise mit seinem Auto zu Mercedes' Wohnung.
Da wir nur einen Tag in Ushuaia hatten, fuhren wir früh am nächsten Morgen zum Gletscher Martial, von wo aus wir eine fantastische Sicht auf die Stadt hatten. Der Weg hoch zum Gletscher war allerdings nicht ganz unproblematisch, da es sich um eine vereiste Skipiste handelte, die durch die Sonne an einigen Stellen geschmolzen war. Leider waren meine Wanderschuhe weder wasserabweisend noch hatten sie besonders gute Sohlen, sodass ich Mühe hatte, mich fortzubewegen. Und obwohl schließlich auch noch ein peitschender Wind einsetzte, gelang es uns, auf dem ganzen Weg nicht auszurutschen und hinzufallen.





Una vez de vuelta en la ciudad pasamos por casa para cambiarnos los zapatos y continuar más cómodos la visita turística por las calles de la ciudad.

Zurück vom Gletscher ging es dann in die Stadt, um uns das Zentrum und den Hafen von Ushuaia anzuschauen.







 La zona centro de Ushuaia es pequeñita y se recorre fácil a pie. Aunque también salimos del centro para poder hacer algunas fotos de la ciudad desde la costa.
Sabiendo que nuestro viaje por Latinoamérica pronto llegaría a su fin nos permitimos hacer aquí alguna compra que aumentase el peso de nuestras mochilas. Compramos algo de ropa y Lea por fin encontró su taza para el mate que tantas ganas tenía de conseguir. Aquí en Argentina prácticamente todo el mundo toma mate y tiene su propio juego completo con termo, matero y mate. La gente lo toma por la calle, en sus lugares de trabajo, cuando va de excursión, donde sea. Los hemos visto en todos lados. Y por supuesto hemos tomado nota del proceso de preparación:
- Llenar las 3/4 partes del mate con hierba mate.
- Taparlo con la mano y agitarlo.
- Dejar la hierba inclinada a 45°.
- Humedecer la hierba con agua tibia y dejar que absorba.
- Colocar la bombilla y cebar.
- Importante calentar el agua por debajo de los 90°C.
Y con eso se acaba la preparación. Ahora queda lo más importante: que a Lea le guste el sabor del mate porque aún no lo ha probado.
Esa noche nos tomamos una cerveza argentina creada por un compatriota de Lea que llegó a Ushuaia hace bastantes años y aquí estableció su propia marca cervecera.

Da Ushuaia nicht besonders groß ist, hatten wir die Sehenwürdigkeiten schnell gesehen. Und da wir noch Zeit hatten, beschlossen wir, unsere Rucksäcke ein wenig aufzufüllen und ein paar Mitbringsel für unsere Patenkinder zu erwerben. Außerdem hatte ich vor, mir ein Gefäß für Mate-Tee zu kaufen. Ich hatte sowohl in Chile als auch in Argentinien viele Menschen mit den kleinen Holzgefäßen, die man Mate nennt und der bombilla (metallener Strohhalm) gesehen und fand, dass es sehr gemütlich aussah, aus ihnen zu trinken. Auf Exkursionen hatten sie Mate und bombilla, heißes Wasser in einer Thermoskanne sowie die Kräuter in ihrer Handtasche dabei und tranken den Tee. Ich weiß nicht mehr in wievielen Geschäften wir waren, um den richtigen Mate auszusuchen. Es gibt sie in allen Variationen: aus Glas, aus Plastik, aus Kürbis und aus Holz. Ich habe mich schließlich für die traditionelle Variante aus Holz entschieden, für ein Gefäß, das sogar von einer Künstlerin aus Ushuaia hergestellt wurde. Jetzt muss ich nur noch abwarten, ob mir der Mate-Tee überhaupt schmeckt, probiert habe ich ihn nämlich bis heute nicht.
Nachdem wir dann alle Mitbringsel gekauft hatten, belohnten wir uns noch mit einem leckeren Bier.


Al día siguiente recorrimos Argentina de sur a norte en un vuelo con escala en Buenos Aires. Lamentablemente no visitamos la capital, sólo su aeropuerto, así que lo añadiremos a nuestra lista de tareas pendientes. Nuestro destino eran las impresionantes cataratas de Iguazú.
Puerto Iguazú tiene la peculiaridad de hacer frontera con otros dos países: Brasil y Paraguay. Muy cerca de donde nos alojábamos se encontraba el Hito de las tres fronteras.

Am nächsten Morgen flogen wir dann vom Süden Argentiniens in den hohen Norden, zu den Iguazu-Wasserfällen. In Buenos Aires hatten wir nur einen kurzen Zwischenstopp, den wir am Flughafen verbringen mussten. Da unsere gesamte Reisezeit mittlerweile schon knapper wurde, mussten wir uns zwischen Buenos Aires und Rio de Janeiro entscheiden. Und Rio gewann. Für uns bedeutet das, dass die Liste der Städte die wir noch sehen wollen, wieder ein bisschen länger geworden ist.
Puerto Iguazu hat neben den Wasserfällen die Besonderheit, Teil eines Dreiländerecks zu sein: Argentinien, Brasilien und Paraguay.


 En ese mismo punto pudimos disfrutar de una multinacional puesta de sol. Me explico. Éramos una alemana y un español en el punto fronterizo entre Argentina, Brasil y Paraguay brindando con dos botellines de cerveza, una de Perú y la otra de Chile. Siete países en un solo brindis.

Genau an diesem Punkt hatten wir dann auch die Möglichkeit, einen multikulturellen Sonnenuntergang zu genießen: Ein Spanier und eine Deutsche am Dreiländereck Argentinien, Paraguay, Brasilien mit einer Flasche chilenischem und einer Flasche ecuadorianischem Bier. Oder wie David so schön gesagt hat: Sieben Länder in einem Prost.



 En la última foto se pueden ver tres países de una vez. Argentina, el verde inferior, desde donde tomamos la foto. Brasil, el verde de arriba a la derecha. Y Paraguay, el verde de la izquierda. Todo ello separado por los ríos Iguazú y Paraná.
Al día siguiente salimos temprano hacia el Parque Nacional de Iguazú.

Oben links sieht man übrigens Brasilien, rechts Paraguay und das Grüne in der Mitte ist Argentinien. Die Flüsse, die die drei Länder trennen sind der Iguazú und der Paraná.


Nosotros pensábamos que habría un mirador para ver las cataratas y listo, pero qué va. Son tantas y tan grandes que hacen falta al menos cinco horas para verlas todas. El parque tiene varios senderos y pasarelas que te llevan hasta el mismísimo borde de las cataratas y además dispone de un tren gratuito que te acerca de un sendero a otro porque las distancias son considerables. Comenzamos nuestra visita con el salto más grande conocido con el nombre de Garganta del Diablo. El nombre ya daba un pequeño adelanto de lo que veríamos allí. El camino que te acercaba hasta el borde ya te iba poniendo en situación por el ruido tan grande que producía el agua al caer y la nube de vapor que se levantaba.

Bevor David und ich unsere Reise planten, kannte ich die Iguazú-Wasserfälle nicht und hatte dementsprechend auch keine hohen Erwartungen an diesen Ausflug. Außerdem hatten wir ja schon die Niagara-Fälle in Kanada gesehen, was sollte da also noch kommen? Falsch gedacht! Nicht umsonst gehören die Iguazú-Fälle zu den sieben Naturwundern unserer Zeit. Es gibt mehrere Wasserfälle, die man über verschiedene Wege erreichen kann und man sollte mindestens fünf Stunden einplanen, um sich alle anzusehen. Uns wurde gesagt, dass wir mit dem größten anfangen sollten, weil sich dort ab Mittags so viele Leute tummeln, dass man sich noch nicht mal um sich selbst drehen kann. Der Name dieses größten Wasserfalls lautet übrigens Garganta del Diablo, der Teufelsschlund. Auf dem Weg zu diesem Wasserfall wird das Rauschen immer stärker und schließlich erkennt man von weitem sogar den Wasserdampf (s. 2. Foto; Das, was so aussieht, wie eine Wolke).



Una vez que llegas al mirador te quedas sin aliento de la impresión.

Am Wasserfall angekommen, raubt einem die Sicht den Atem.



Nos quedamos un rato grande disfrutando del panorama y salimos de allí empapados.
Continuamos nuestro paseo por el resto de pasarelas del parque y pudimos apreciar la magnitud de este espectáculo natural.

Wir ließen die riesigen Wasserfälle auf uns wirken und wurden klitschnass. Ich konnte mich kaum von diesem Anblick trennen, weil dieses Naturschauspiel so wunderschön war, aber schließlich setzten wir doch unsere Tour durch den Nationalpark fort und sahen uns die anderen Wasserfälle an.








Cabía la posibilidad de subirse a un barco que te metía casi debajo de las cascadas pero decidimos no hacerlo. En la siguiente foto se puede ver hasta dónde se metía el barquito.

Wir hätten uns den Wasserfällen sogar in einem kleinem Schnellboot nähern können, aber da wir das bereits an den Niagarafällen gemacht hatten, entschieden wir uns dieses Mal dagegen.


En la pausa que hicimos para almorzar aparecieron unos habitantes del parque nada amistosos y con los que había que tener bastante cuidado: los coatíes. En un descuido uno de ellos se abalanzó sobre nuestro bocadillo y si no llegamos a estar rápidos nos quedamos sin comida.

Beim Mittagessen gab es dann unerfreulicherweise Kontakt zu einem der Bewohner des Parks, einem Nasenbären. Dieser sprang nämlich, als wir unser Baguette aus der Tasche gezogen hatten, auf den Tisch und schnappte danach. Er erwischte ein ordentliches Stück Brot mit Chorizo und wäre David nicht so schnell gewesen, hätte der Nasenbär wahrscheinlich das ganze Baguette verputzt.
Und obwohl ich durchaus ein großer Freund sämtlicher Bären bin, vom Eisbär hin zum Koala, der Nasenbär versetzte mich in einen ähnlich panischen Zustand wie eine Ratte. Im Laufe des Tages versammelten sich nämlich immer mehr und attackierten sich gegenseitig oder klauten den Touristen das Essen. Ich beschloss daraufhin nichts mehr zu essen und eilte im Laufschritt, mit verschlossenen Augen und hinter David versteckt, durch die Menge der Nasenbären und hatte einfach nur Angst, dass sie mich, ähnlich wie die Schildkröten in Peru, mit ihrem Futter verwechseln könnten.



Estos animalitos daban mal rollo y además había muchísimos corriendo por los merenderos y se aprovechaban de los turistas despistados. Lea llegó a ponerse bastante nerviosa cuando los veía aparecer.
Además de los coatíes, también tuvimos ocasión de encontrarnos con más animales del parque, esta vez con pinta más simpática.

Es gab allerdings auch nettere Parkbewohner.




Por supuesto, si venías con dinero, tenías la oportunidad de alojarte en mitad del parque en un hotel que «apenas» destacaba entre la naturaleza.

Der Nationalpark ist wunderschön. Allerdings ärgerte mich das Hotel, welches in diesem Naturschutzgebiet gebaut wurde. Von vielen Aussichtspunkten aus konnte man es sehen und es verdarb die Sicht. Ein grauer Kasten inmitten von Grün. Vielleicht hätte man ja die gut betuchte Kundschaft auch mit einem weniger unpassenden Bau überzeugen können?


Pienso yo que podrían haber construido unas cabañitas de madera para camuflarse un poco en la naturaleza, pero ya veo que ese factor no era importante en el proyecto. Aún así, pasar la noche metido en la selva y con el ruido de las cataratas de fondo no tiene que estar nada mal.
Una vez que volvimos a la ciudad después de pasar gran parte del día en el parque tocaba hacer algo imprescindible en Argentina. No nos podríamos ir del país sin comer carne de verdad. Así que aconsejados por nuestro anfitrión fuimos al restaurante La Dama Juana a cenar carne de la buena. La siguiente foto no es apta para no carnívoros.

Abends ging es dann ins Restaurant, denn was wäre Argentinien ohne argentinisches Rindfleisch? Das war mit Abstand das beste Essen seit langem!


Nuestro paso por Argentina ha sido muy breve y es un país que merece mucha más atención que la que nosotros le dimos, pero como ya dije antes, queda anotado en nuestra lista de cosas pendientes para el futuro.
Aunque cuando planteamos el viaje no teníamos planeado llegar más allá de Argentina, también sabíamos que seríamos flexibles para añadir nuevos destinos sobre la marcha. A Lea se le despertó mucho interés por la ciudad de Río de Janeiro en Brasil así que lo agregamos como último destino en Sudamérica. Ahora nuestros pasos se dirigían hacia la sede de los Juegos Olímpicos de este año 2016. Rio, vamos lá!

Vier Tage in Argentinien ist natürlich viel zu kurz. Ich kann nicht behaupten, viel gesehen zu haben. Ich hatte sogar am Ende das Gefühl, nicht wirklich in Argentinien gewesen zu sein. Ob das daran liegt, dass wir noch nicht mal in der Hauptstadt waren, weiß ich nicht. Aber eines weiß ich, ich komme nochmal wieder! Und bis dahin habe ich ja zumindest meinen Mate.

1 comentario:

  1. Con el calor q hacía aquí y ahí rodeados d nieve...X cierto, impresionante las cataratas!!!Y lo del barquito...menos mal q os lo pensásteis, xq daba un poco d yuyu. Y vaya con los coatíes...q hambre tenían, jajaja.

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